Tema 1 - Anatomía y fisiología del cabello
Tema 2 - Composición de un cosmético de higiene capilar
Tema 3 - Elaboración de productos de higiene capilar
Tema 4 - Acondicionadores y mascarillas capilares

4.4.2. Causas químicas

Provienen del uso de productos cosméticos o procedimientos químicos que alteran el pH, rompen los enlaces disulfuro o modifican la estructura interna de la queratina.

Estas son las principales causas químicas:
1. Tintes y decoloraciones
Los tintes permanentes contienen agentes alcalinizantes como el amoníaco, que elevan el pH del cabello (hasta pH>10) y abren la cutícula para permitir la penetración del colorante.

Los agentes oxidantes como el peróxido de hidrógeno degradan los pigmentos naturales (melanina) y alteran irreversiblemente la queratina.

La oxidación del aminoácido cisteína conduce a la ruptura de los enlaces disulfuro (-S-S), esenciales para la resistencia mecánica del cabello.

Las fibras expuestas a estos tratamientos tan agresivos, presentan una pérdida de la masa proteica, un aumento de la porosidad, fragilidad y una menor resistencia a la tracción.
Causa oxidación y una pérdida de la cohesión a nivel del córtex y alteración de la cutícula. 

2. Oxidantes y reductores (alisados químicos y permanentes)
Los tratamientos con tioglicolato de amonio (alisados) y persulfatos (rizados) rompen los enlaces disulfuro para reformarlos en una nueva configuración. Se reduce además la resistencia mecánica. 

Este tipo de daño es acumulativo y muy difícil de revertir, donde las fibras resultantes están desestructuradas, con las cutículas quebradizas y con un alto grado de encrespamiento. 

Estos procedimiento degradan la capa lipídica, lo que provoca una desnaturalización proteica y pérdida de elasticidad. 

3. Tensioactivos agresivos y uso excesivo
Tensioactivos aniónicos como el lauril sulfato de sodio (SLS) o lauril éter sulfato (SLES) eliminan no solo suciedad y los lípidos protectores del cuero cabelludo y del tallo, sino también el film hidrolipídico protector del cabello. 

La detergencia excesiva eleva la carga negativa superficial, aumenta el frizz y reduce la cohesión de la cutícula. 

El uso frecuente de champús con tensioactivos aniónicos fuertes lleva a una mayor fricción entre fibras, resequedad y pérdida de brillo natural. 

4. Alcoholes, fragancias y conservantes
Los alcoholes de cadena corta como el etanol. deshidratan el tallo piloso y aumentan la rigidez.

Las fragancias sintéticas pueden inducir fotosensibilidad, reacciones alérgicas  y debilitar la fibra tras la exposición.

Los conservantes como formaldehído, liberadores de formaldehído o isotiazolinonas pueden generar dermatitis de contacto e inflamación peri-folicular, afectando el entorno del crecimiento capilar. 

Todos estos compuestos irritan el cuero cabelludo, comprometiendo la función barrera y generando un ambiente comprometido para el folículo. 

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