Los conservantes deben tener un amplio aspectro de protección microbiana frente a bacterias, levaduras, hongos y moho.
El uso de un conservante que presente una mayor actividad sobre unos organismos y una baja actividad sobre otros puede provocar la aparición de organismos insensibles al conservante.
Algunos factores como el MIC o el coeficiente de reparto agua/aceite pueden ayudar a la hora de seleccionar el conservante o generar un sistema de conservantes.
La sinergia entre conservantes siempre amplia el espectro de acción, consigue mayor efectos de inhibición y limitación de crecimiento bacteriano y reduce las concentraciones de uso de los conservantes por separado.